
La Oficina Anticorrupción pidió investigar a De Vido y otros seis exfuncionarios por la entrega irregular de 130 millones de dólares a Renesa y Petrolera Argentina.
El organismo asegura que las empresas de Miguel Schvartzbaum recibieron más dinero del estipulado y nunca alcanzaron el nivel de producción esperado.
La inauguración de Renesa, en el 2011. Guillermo Pereyra, Alberto Ciampini, Ramón Rioseco, De Vido, Jorge Sapag y Schvartzbaum.
La Oficina Anticorrupción de la Nación (OA) denunció al ex-ministro de Planificación Federal Julio de Vido y a otros seis ex-funcionarios del gobierno anterior por la entrega irregular de 130 millones de dólares sin devolución a dos refinerías de Plaza Huincul, que pertenecen al empresario Miguel Schvartzbaum.
Se trata de Renesa y Petrolera Argentina (PA), que recibieron millonarios aportes estatales a través del denominado plan Refino Plus, pero nunca pusieron en marcha la capacidad instalada prometida y terminaron en convocatoria de acreedores. Inclusive, la producción de Renesa se encuentra totalmente paralizada desde hace varios meses.
Según publicó el diario La Nación la denuncia que presentó el organismo que conduce Laura Alonso surge de un duro informe de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) que alertó sobre maniobras irregulares con esos fondos. Curiosamente, el propio De Vido había encargado al organismo que revise el destino de esos fondos en 2014, cuando Schvartzbaum lo acusó públicamente de incumplir con los acuerdos en medio de una crisis que derivó en decenas de despidos.
La denuncia de la Oficina Anticorrupciòn , da cuenta de al menos dos maniobras irregulares para las dos compañías pertenecientes al Grupo Más Energía, la nave insignia con la que Schvartzbaum , un expendedor proveniente de San Luis, se expandió en el complejo mundo de la refinación tras la crisis de 2001.
Por un lado, sostiene que tanto Renesa como PA recibieron más del doble del dinero estipulado inicialmente para la construcción y ampliación de las dos plantas refinadoras. Por el otro, en el caso de la primera –que recibió 124 de los 130 millones de dólares en total–, sostiene que se canceló la totalidad del dinero antes de haber terminado la obra, mientras que la normativa preveía que el 50% se entregue una vez que las instalaciones estén en producción.
Para coronar la situación, la refinería alcanzó a producir apenas el 12,4% de lo prometido.
Los subsidios se recibían a través de certificados de crédito fiscal, que luego se cambiaban por efectivo en el mercado y no tenían devolución.
Schvartzbaum culpa de la situación al mercado. Aduce, como manifestó tiempo atrás a este medio, que la política nacional de importaciones de la era K lo sacó del mercado. En julio del 2016, cuando tuvo problemas para pagar el medio aguinaldo a sus trabajadores, sostuvo que el barril criollo –más alto que el internacional– dejaba fuera de juego a las pequeñas refinerías.
Fuentes del gobierno provincial explicaron a que el grupo Más Energía sobrevive gracias a otros negocios como la planta de biodiésel y con el desprendimiento de activos.
Si la denuncia de la OA prospera, no sólo los funcionarios públicos podrían serán investigados, sino el propio Schvartzbaum. Según el organismo, el empresario podría haber “participado directamente del desvío de fondo públicos”.
Es verdad.
Esto había dudo denunciado.